La comunidad de Areguá se encuentra en completa zozobra ante la creciente ola de inseguridad en esta ciudad que se caracterizaba por su tranquilidad en años anteriores. El último caso fue la visita de los malvivientes a la histórica casona de la Villa Gisela, de donde se llevaron electrométricos y herramientas.
El periodista José Luis De Tone, quien se instaló en la ciudad de Areguá tras su jubilación, contó en entrevista con la radio 650 AM que nunca se vivió tanta inseguridad en ese sitio como se registra en la actualidad y aseguró que nadie se salva porque son víctimas las personas pudientes y también las más humildes. “Hace unos meses, hay un grupo de chespis (adictos), que está asolando el barrio del microcentro, por la zona de San Miguel, Santo Domingo y San Roque”, indicó.
El entrevistado contó que en uno de los casos, los inadaptados fueron reconocidos tras ser grabados por las cámaras de seguridad al momento en que robaban enseres de una vivienda. La propietaria los encaró y denunció, pero al día siguiente se los vio nuevamente deambulando por las calles, según expuso De Tone.
“No da abasto la Policía. Intentan hacer su trabajo, pero ellos justifican su trabajo diciendo que los ponen a disposición de la Fiscalía y que ellos los sueltan. Las propias autoridades que deben protegernos no lo hacen. Los ciudadanos honestos debemos vivir detrás de rejas y alambres de púas, mientras los inadaptados andan libres. Nosotros tenemos que vivir presos”, lamentó.
El último caso fue el asalto a la histórica casona de Villa Gisela, propiedad de Gisela von Thümen en el mismo centro de la Ciudad Creativa y ubicada enfrente de la Municipalidad. Los ladrones se llevaron numerosos enseres de uso habitual en la cocina como ollas, cubiertos, electrodomésticos, mientras de un depósito en el patio, que también fue forzado, se llevaron varios elementos de jardinería.
Como del sitio se llevaron objetos sin tanto valor, de fácil trueque, hace sospechar que los responsables serían estos adictos que luego cambian lo robado por droga. “Esta vez violentaron cuatro rejas, ingresaron, revolvieron toda la casa. (…) Nunca, en 30 años, ni siquiera una manguera robaron aquí en Areguá. (…) No reciben ningún castigo. Hace cinco meses por ahí que están ocurriendo estos robos”, agregó.
Con más de tres décadas de haberse restaurado, Villa Gisela hasta ayer nunca fue visitada por amigos de lo ajeno. Hasta el momento no fueron atrapados ninguno de los perpetradores del violento robo, de acuerdo con el periodista.